El Jurado del Certamen Literario Carmen de Michelena, reunido en Beas de Segura el 22 de Septiembre de 2018, ha acordado los siguientes galardones:
- Poesía. "ALAS PARA MARÍA" de Rafaela Moral Zamorano, en la que el Jurado ha valorado la forma poética en que la escritora cuenta una dura historia de vida de una mujer que trabaja para otros, sin sueños cumplidos, salvo uno, el de tener, aunque sea en la distancia, una preciosa niña que anhela ser bailarina y que María no quiere ver nunca arrodillada ante nadie, sino "surcando el aire". Una historia, por tanto, de dureza pero también de esperanza en un futuro mejor para nuestras hijas.
- Relato. "TRES MISTERIOS DOLOROSOS Y UNO DE GLORIA" de Esteban Torres Sagra. En este relato el Jurado ha valorado la acertada precisión del escritor en desgranar, paso a paso, el proceso que libera la violencia de género dentro y en el entorno de la mujer. Primero, de forma casi imperceptible, renunciando a sus objetivos de vida, y poco a poco, adentrándose en el silencio, en la violencia física posterior y, por último, en la anulación de la voluntad. El 4º misterio ofrece la esperanza de un cambio a través de la toma de conciencia de la mujer, lo cual es valorado por este Jurado como un final positivo y optimista de salida de esa situación.
La decisión de escoger estos dos escritos no ha sido fácil, puesto que había algunos otros que también merecían un reconocimiento, pero no es posible dar más de un premio por Relato ó Poesía, así que sólo nos queda agradecer a tod@s su participación, que no decae convocatoria trás convocatoria, hecho por el que os damos las gracias infinitamente.
Para terminar, emplazaros a tod@s a acudir al acto de Entrega de Premios que se celebrará el 10 de Noviembre en el Cine Regio de Beas de Segura.
Un saludo y muchas gracias, por parte del Jurado de este Certamen Literario Carmen de Michelena y de la organización del mismo, la Asociación Cultural El Yelmo de Beas de Segura
Entrega de Premios
XIII Certamen Literario Carmen de Michelena
y clausura de esta edición.
PREMIO POESIA
ALAS PARA MARIA
RAFAELA MORAL ZAMORANO
Rafaela Moral (Córdoba, 1979, ---), es una escritora amateur de relato y poesía. Desde muy joven, se percató de su necesidad de escribir para plasmar su realidad. Las protagonistas de su obra son en su mayoría mujeres que luchan contra circunstancias adversas para lograr un futuro mejor. Tras haber publicado varios relatos, su objetivo cercano es publicar su primer poemario
Alas para María
María vive en un callejón donde no entra el aire,
trabaja en una casa sin contrato ni horario.
El sueldo es escaso, pero ella no gasta.
Cena un vaso de agua y se acuesta temprano.
María sueña despierta mientras limpia la plata,
y escribe con la mente el libro de su vida.
La señora le dice que hoy saldrá más tarde
y que es una suerte que no tenga familia.
El señor le mira el culo mientras friega los suelos.
La señora prefiere que friegue de rodillas.
Le gusta presumir del brillo de su mármol.
El señor cree que seria fácil acostarse con ella.
Hace ya mucho tiempo, estuvo enamorada.
Él le compraba flores y le daba palizas.
Ninguna rosa roja compensa una morada.
Embarazada y sola, huyó por los caminos.
María es madre de una niña preciosa,
que vive en un pueblo escondido en el mapa.
La hija de María quiere ver a su madre.
Mientras, María deja reluciente la plata.
María ha renunciado a muchos de sus sueños,
la realidad la mata un poco cada día.
El mundo se divide en criadas y señoras,
en esclavas y amas, en fulanas y esposas.
La hija de María quiere ser bailarina.
María la ha apuntado a una escuela de danza.
La hija de María vive surcando el aire,
su madre no permite que viva arrodillada.
María no comprende el mundo en el que vive.
Todos quieren ser libres a golpe de chequera.
Si nadie se empeñara en cortarle las alas,
tu asistenta sin contrato escribiría poemas.
PREMIO RELATO
TRES MISTERIOS DOLOROSOS Y UNO DE GLORIA
ESTEBAN TORRES SAGRA
Nací el veinte de octubre de 1.964 en Aldeahermosa de Montizón, provincia de Jaén. Soy diplomado en Magisterio aunque trabajo como funcionario de carrera de la escala de Gestión de Empleo del SEPE (antiguo INEM) y actualmente ocupo el puesto de director de la oficina de Úbeda. Últimamente me he tomado la literatura muy en serio y cada vez me fijo cimas más altas, aunque comprendo y acepto mis limitaciones. Con un ordenador delante y una impresora se puede decir que soy feliz. Nunca agradeceré bastante a mi esposa el apoyo que me brinda y el tiempo que me procura al liberarme de quehaceres.
Tengo publicados en solitario tres libros de poesía.
Además alimento un blog : http://estebantorressagra.blogspot.com.es y en él aparecen numerosas muestras de mis poemas y relatos.
TRES MISTERIOS DOLOROSOS Y UNO DE GLORIA
Primer misterio:
Yo antes no temblaba. Lo garantizo. Todo fue a raíz de un silencio muy profundo que agarré preparando unas oposiciones, una tontería de biblioteca que se me fue complicando con el tiempo, tú lo sabes. Era fuerte y aplicada y muy, muy trabajadora. Me sentía capaz y poderosa y tenía exclentes vibraciones para enfrentarme -en la igualdad de un examen oficial- con cualquiera. Esa sensación me empujaba y me amortiguaba el vértigo del futuro, y a pesar de casi vivir recluida entre libros y apuntes en aquel espacio público, fue una época muy feliz en la que sonreía por cualquier nadería sin importancia. Recuerdo aquel inicio de nuestra relación como un céfiro en el alma y unas cosquillas de bisutería, como un piercingen el socavón del ombligo o unas gachas blandas que inundaban mis sentidos y cuya temperatura contradecía a la norma e iba en aumento hasta que me abrasaba. Pero al poco todo se fue enredando sin que sepa discernir el motivo ni el momento en que sonaron las sirenas.
Debiste cambiar tan despacio que no noté la deriva, como ese pequeño desnivel, apenas perceptible, entre dos baldosas contiguas que parecen a ras, sin importancia, y que te acaban derribando al tropezar con el resalte la segunda vez que pasas. Pues lo mismo. No alcanzo a entender cómo pude dejarme avasallar por tus ideas hasta el punto de no presentarme a aquellas oposiciones en las que llevaba invertidos casi dos años de mi vida y que me hacían tanta ilusión. Tú sólo querías gobernarme, hacerme súbdita de tus caprichos, evitar que pudiese valerme por mí misma para que fuese una posesión mobiliaria, un semoviente con escritura y registro de la propiedad incluidos.
El primer síntoma fue tu voz, que ganaba matices hacia lo absoluto y perdió los remilgos y las pausas. Olvidaste susurrar y en cambio el grito se fue haciendo una costumbre en tu garganta. Claro, por la dinámica de las palabras, se estableció entre nosotros un sistema de vasos comunicantes y cuanto más alto proferías tus improperios, yo hablaba más bajito, hasta que incubé un silencio preocupante que se me fue infectando hacia la matriz del olvido y para el que me recetaron sesenta centímetros cúbicos de lágrimas media hora antes de cada comida.
Segundo misterio:
El segundo misterio pertenece al gremio de los dolorosos y tiene mucho que ver con tus manos, con tu fuerza, con tu inercia desproporcionada. De la caricia al golpe hay un salto imperceptible, muy poco trecho, cuando se usa el perdón como atenuante; aunque luego la confianza lo elimina y de la caricia sólo queda el nombre, y del atentado el color violeta. Y lo curioso es que todo parece discurrir sin sobresaltos y que se vuelve una costumbre la agresión gratuita. Algo normal en el menú de cada día.
Tercer misterio:
El tercero, tras las voces y los golpes, fue el ninguneo. Y lo más doloroso: la anulación de la voluntad, de la opinión, del deseo, de los tempos. Comenzaste ayudándome a elegir las nimiedades en cuanto yo dudaba lo más mínimo y al poco hablabas ya en mi nombre. Terminaste borrándome las ideas, cualquier iniciativa. Fue la fase más grave de mi ausencia de palabras. Creí que no lo superaría. Pero todo comenzó a mejorar cuando fui consciente de mi situación.
Cuarto misterio:
Me vi desde la altura, desde el otro lado de la mirilla de un francotirador que me apuntaba con su láser. Si no reconoces un problema es imposible que puedas solucionarlo. Yo lo entendí y lo asumí de repente y por eso empecé a temblar. Para vencer al silencio comencé hablándote muy suave, sílabas sin sentido, palabras cortas, sintagmas, algunas oraciones con sujeto y predicado, sin circunstanciales de lugar o tiempo. Poco a poco hilvané oraciones compuestas y fui subiendo el volumen de mis modulaciones.
Lo siguiente fue pararte un manotazo y gritarte al oído que jamás se te ocurriese volver a intentarlo o te arrepentirías siempre. Tu reacción amenazaba más violencia en un primer rebrote, pero yo no estaba sola. Detrás de mí un turbión de mujeres, todas las mujeres de la Historia: las asesinadas, las llenas de moratones, las madres de las víctimas y la de los verdugos, se asomaron a mis pupilas y concentraron su energía en mi mirada. Algo debiste ver en su fondo, muy en el fondo: una determinación, una mueca, un río…no sé. Me limité a abrir la puerta de mi casa y te señalé la senda hacia el olvido.
Adiós.
P.D.: Por favor no se te ocurra volver nunca. Y mucho menos acercarte a mí.
Tus cosas ya te las mando yo, a la dirección que me digas, con el camión de la basura.